La escucha a través de los sentidos. Órgano sensorial: el oído.



Como un adolescente que juega a ser caballero. Madurez, ausencia de ella. Eres mi obsesión, mi cuerpo de niña no esconde ausencia de vivacidad. Sagaz, fuertes esperanzas. Ver a las ancianas cada vez más decrépitas. No me mientas, todo tiene un final. Asume tu verdad, mañana te puedes arrepentir de tu mentira. No sé cómo llamarte, no quiero rescatarte. Cierro los ojos para no ver cómo caes a los abismos, no quiero seguirte, no quiero caer al abismo contigo. Bailemos hasta que nos hagamos viejos, que la decrepitud no nos alcance y muramos de agotamiento. Todo acaba en la muerte, no quieras acelerarla. Comamos con las manos, bañémonos en el río. ¿Qué importan los cuerpos mientras tengan energía para respirar? Que no falten las ganas de abrazar. Quiero abrazar tu cuerpo y bailar hasta el borde del precipicio. En una vuelta echar a correr hasta que nos dejen las rodillas y el aliento, hasta el prado. Y dejarnos morir, ahora sí, después de haber bailado juntos bajo el sol de una tarde de verano.

Ruido, no recordaba este ruido desde que caminaba por el centro de la ciudad. Rapidez, no alcanzo tus pasos, demasiada gente alrededor. Dame tu mano, no quiero perderme, no quiero alejarme de ti en este gentío. Una cerveza en un bar abarrotado, tiempos antiguos. Mentiras tras pantallas. Necesito poco para subsistir o quizá demasiado. Lo tengo y quizá no me quiero dar cuenta. Ralentizándose el tiempo, se confunden los días por ser todos iguales. Rugidos, temores.

Comments

Popular posts from this blog

Marea alta

Chirico, arte metafísico